Las nuevas autorizaciones del MAG se dan pese a la existencia de una solicitud de moratoria en Costa Rica para los Organismos Genéticamente Modificados (OGM`s) por los impactos negativos que tienen en la salud y en el ambiente.
Este comportamiento burla así el llamado de organizaciones sociales que piden aplicar el “principio precautorio”.
Con estas nuevas autorizaciones se ha duplicado el área de cultivos transgénicos en Costa Rica en el presente año.
Durante el periodo 2003-2004 existían tres compañías: Delta and Pine, Semillas del Trópico y Semillas Olson las cuales sembraron un área de 627 hectáreas de cultivos transgénicos para la producción de semillas.
En contraste, para el periodo actual 2004-2005, existen 1.441,8 hectáreas de cultivos transgénicos y han ingresado nuevos actores dedicados este tipo de actividad: Pura Semilla de Algodón S.A. y UNIPO S.A.
La solicitud de aplicar el “principio de precaución” ante los riesgos e impactos que los transgénicos presentan para el país, se presentó en setiembre del 2004 a las instancias gubernamentales. Dicha solicitud hace un llamado a implementar una moratoria a la siembra comercial de cultivos transgénicos.
La moratoria fue discutida en un foro realizado en la Universidad de Costa Rica y el mismo Presidente de la República convocó a una mesa de discusión de análisis sobre esta solicitud en la Casa Presidencial.
Hasta la fecha sólo se ha celebrado una sola reunión y desde la Red de Coordinación en Biodiversidad se llamará a nuevas reuniones.
Pese a esta apertura al diálogo de parte de las organizaciones solicitantes de la moratoria a los cultivos de transgénicos, el Ministerio de Agricultura y Ganadería no dio mayor importancia a la solicitud de moratoria y burlando los llamados de la sociedad civil, insiste en poner en riesgo la bioseguridad nacional.
Lo anterior pone en evidencia que el MAG prefiere atender los intereses corporativos particulares que las preocupaciones de diversas organizaciones de la sociedad civil, tal y como lo ha venido haciendo en el pasado con el tema de los plaguicidas, como recientemente lo denunció la Contraloría General de la República.
En este caso, la Gerencia de Biotecnología del MAG prioriza los cuestionados beneficios de sembrar transgénicos en nuestro territorio para unas pocas compañías frente a los riesgos e impactos para la biodiversidad nacional y para la sociedad costarricense en general, de los cuáles existen evidencias concretas.
Por todo el país
Según información suministrada por el departamento de Biotecnología del MAG actualmente en Guanacaste existen 1.411 hectáreas de algodón transgénico y 30 hectáreas de soja transgénica, sembradas por las empresas Delta and Pine, Semillas Olson, Semillas del Trópico y Pura Semilla de Algodón. El 78% del área transgénica sembrada corresponde a la compañía Delta and Pine.
En Guápiles (Limón) actualmente existe un experimento con banano transgénico. Dicho experimento está siendo impulsado por la sociedad anónima UNIPO.
Desde la Red de Coordinación en Biodiversidad hacemos nuevamente un llamado urgente a aplicar el “principio precautorio”.
Antes de seguir introduciendo organismos transgénicos al país se debe dar un proceso de discusión nacional sobre los riesgos e impactos que estos organismos presentan para la salud ambiental del país.