Delegados de más de 60 países participan en el primer Foro Mundial de Turismo, que fue inaugurado por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en la ciudad de Salvador, en el norte de Brasil. Uno de los principales temas en la agenda es el combate al comercio sexual infantil vinculado a las actividades turísticas, un problema creciente que afecta a muchos de los países de Sur y Centroamérica.
Tradicionalmente este tipo de comercio ha sido asociado con países asiáticos, pero en los últimos años, otras naciones, como Brasil, Costa Rica Honduras y República Dominicana, se han convertido en destinos populares para la industria sexual con menores.
Naciones Unidas estima que al menos dos millones de menores de 18 años están envueltos en las redes del comercio sexual.
Refiriéndose al caso brasileño, Cecy Prestrello de la agrupación Mulher Vida, indicó que “existe una creciente demanda por prostitución infantil, principalmente por parte de alemanes, italianos y otros europeos, que vienen a Brasil atraídos, no por la cultura y las playas, sino para tener sexo, frecuentemente con menores más jóvenes de lo que las leyes permiten”.
Otros activistas aseguran que una de las causas del aumento del turismo sexual en Brasil es su disminución en otras partes del mundo. Plantean que las restricciones impuestas en el este de Asia, han reorientado la demanda hacia América Latina. También dicen que Brasil es víctima de su propia imagen publicitaria, donde el país es retratado como la tierra de la samba y la sensualidad, utilizando fotografías de mujeres semidesnudas.
Durante la inauguración de la cumbre, Lula señaló que el potencial económico de la industria turística como fuente de desarrollo para los países más pobres del mundo es enorme.
www.laprensahn.com, 3 de diciembre 2004